Esta plaza pasó de ser lugar de ejecuciones con la horca en 1785, a convertirse en un "tianguis" desde 1797 hasta 1810. En 1873, por disposición del gobierno municipal, se denomina Plaza Merino, en honor al Coronel José Merino.
Actualmente ofrece una serie de actividades populares como bolearse los zapatos o tomarse un refresco, sentados en las bancas de medallón, bajo la sombra de cedros, moros, palmas, admirando los jardines con variados arbustos.
Se encuentra ubicada en el centro a una cuadra de la Catedral, y en toda la zona circundante hay tiendas de ropa, accesorios, artículos para el hogar, cosméticos, zapaterías a muy bajos precios.
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